l expresidente de Audi, Ruper Stadler, ha admitido su culpabilidad por fraude en el caso de la manipulación de las emisiones de los vehículos diésel de la compañía. Stadler reconoció ante un tribunal alemán que cometió un delito al no evitar el fraude y expresó su arrepentimiento, admitiendo que debería haber sido más cuidadoso. Esta confesión se produce después de que su abogado aceptara un acuerdo propuesto por la Justicia, que implicaba una confesión completa y el pago de 1,1 millones de euros como parte de una condena condicional. Ante esta confesión, Stadler evitará una posible pena de prisión de entre un año y medio y dos años por fraude por omisión. El dinero pagado se destinará a instituciones benéficas y se espera que el juicio, que comenzó en septiembre de 2020, se cierre en junio de este año.
Durante mucho tiempo, Stadler defendió su inocencia, incluso durante el juicio. Sin embargo, según la evaluación preliminar del tribunal, se determinó que en julio de 2016, como muy tarde, debería haber tenido conocimiento de la posible manipulación de las emisiones de los vehículos. En lugar de abordar el problema y notificar a los socios comerciales, permitió que la venta de los vehículos continuara hasta principios de 2018.
En enero de 2021, el exdirectivo culpó a los ingenieros por no descubrir antes el software que alteraba las emisiones de los vehículos diésel del grupo Volkswagen durante las pruebas de laboratorio. Estos «dispositivos de desactivación» permitían que los vehículos superaran las pruebas de emisiones en el banco de pruebas, pero no en condiciones reales en carretera. De esta manera, los fabricantes evitaban los costos de instalar sistemas de purificación de gases de escape en sus vehículos.
Así pues, El expresidente de Audi, Ruper Stadler, ha confesado su culpabilidad por fraude en el caso de la manipulación de las emisiones de los vehículos diésel de la compañía. Aunque durante mucho tiempo defendió su inocencia, finalmente reconoció su delito y expresó arrepentimiento por no haber evitado el fraude. Esta confesión le permitirá evitar una posible pena de prisión. El caso pone de manifiesto las prácticas fraudulentas de la industria automotriz en relación con las emisiones de los vehículos diésel y destaca la responsabilidad de los líderes empresariales en la supervisión y prevención de conductas ilegales en sus compañías.
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